Génova está más lejos de lo que creía, aunque el terreno es favorable. Empieza a llamarme la atención la cantidad de Scooter pasando a mi lado (como locos), es increíble, aunque comprensible, la cantidad de estas motos que abundan por esta ciudad. Teniendo en cuenta el caos en el que está sumergida Génova (no hay 1 metro cuadrado sin construir y bastante desorganizada) es normal que la gente opte por este medio de transporte.
Aprovecho el Carril Bus para ir avanzando sin el temor de los vehículos pasando a escasos centímetros de mi espejo. Debajo de la autopista que pasa por el centro (si si... por el centro) hago una foto inmortalizando mi paso por la ciudad que vió partir a mi abuelo en dirección América.
Salgo de Génova cerca del mediodía, y comienza a llamarme la atención un fenómeno muy particular que ocurre en esta zona de Italia (Liguria) y es que las casas e incluso edificios son pintados de tal manera que engañan al que los observa, crean un efecto visual en sus fachadas digno de grandes artistas. Falsas ventanas, así como ladrillos inexistentes, e innumerables decorados, no son mas que la creación de grandes pintores.
Para finalizar el día, comienzo el ascenso al Passo del Bracco, un puerto de 600 mts. de altitud, con rampas de hasta el 9 %, muy duro para alguien que viaja muy cargado y en bicicleta. En plena subida, observo por mi espejo que se acerca un ciclista, evidentemente, a un ritmo muy superior al mio. Al llegar me saluda muy atento y sacando aliento de donde puedo comenzamos un entretenido dialogo que duraría hasta la cima. Allí nos hacemos una foto y deseándonos la mejor de las suertes seguimos cada uno nuestros caminos.
Llego a Carrodano, muy cansado... logro encontrar un camping donde dormir y sobre todo comer. Ha sido una de las etapas más duras hasta el momento. El consuelo es que al día siguiente, me espera una larga bajada hasta la Spezia.
Info etapa:
Arenzano - Carrodano: 104 Kms.
Tiempo (encima de la bici): 7:11 hs.
Velocidad media: 14,5 Kmh.
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